La nanotecnología sigue estando entre
las ciencias preferidas de los científicos e investigadores. En Chile, si bien
esta ciencia es más reciente y hay menos investigadores trabajando en ello, no
se queda atrás. Entre los temas más usuales de describir están cómo la
nanotecnología podrá ser aprovechada en la medicina, cómo podría curar el
cáncer o revolucionar la industria farmacéutica, esto porque son los tópicos que
a todo el mundo le interesan. Sin embargo, existen muchos otros usos y
aplicaciones en nanotecnología que también llegan o podrían llegar a manos de
los consumidores y entregar algún valor agregado.
Este es el caso de materiales formados
por compuestos de nanopartículas cuya formulación permiten cambios importantes
en las propiedades de algunos materiales o productos. Por ejemplo, el uso de
nanopartículas de dióxido de titanio (usado como pigmento blanco inorgánico) permite
modificar las propiedades de muchos productos y, sobre todo, es el nano
compuesto favorito de los nuevos y famosos productos “hidrofóbicos”.
Pero, ¿qué son esos productos? Para
explicarlo y ejemplificarlo con sus beneficios, es un súper barniz llamado nano
couting que al aplicarlo a una superficie ésta logra repeler el agua, los
rayones, las manchas, el barro e incluso el petróleo. Si usted ya pensó en su
auto está en lo correcto, pues las grandes compañías de automóviles ya están
probando estos productos con muy buenos resultados, por lo que a futuro olvide
ir al lavado de autos o usar el limpia parabrisas para la lluvia. A su vez, la
industria de lavado de autos podrá aplicar estos productos masivamente como un
plus.
Por otro lado, en cerámicas, por
ejemplo, por años se ha utilizado el dióxido de titanio para dar mejor tono y
color, pero ahora con nanopartículas de dióxido de titanio se agregará la
propiedad de que esa cerámica sea repelente al agua, lo que evitará muchos problemas
a los constructores y las inmobiliarias. El dióxido de titanio también se ha
usado como protector solar, dado que es un muy buen filtro UV y protege la
piel, en pasta de dientes, algunos cosméticos, pinturas, plásticos, fibras
textiles, etc. De hecho, ya hay ropa que no se mancha y repele bien el agua.
Hasta ahora son más los beneficios de
nanopartículas de dióxido de titanio en aplicaciones, pero también es probable
que todos hayamos ingerido más de alguna vez estas nanopartículas. Por ejemplo,
algunas azúcares buscan mejor textura y color visual con estas nanopartículas,
luego esas azúcares aparecen en su “donuts”, y quién no ha comido un “donuts”
alguna vez.
En la actualidad, el beneficio nos es
más indiferente e incluso dudoso, lo que es correcto. Por ello algunas empresas
de alimentos en EE.UU. han retirado esta técnica ya que no se ha determinado si
hay o no algún efecto no beneficioso. Tampoco hay evidencia que así lo sea,
pero lo cierto es que usted puede juzgar si ya en la zona alimenticia esta
tecnología tendrá futuro o no. Pero para reflexionar, y lo que sí es cierto, es
que si tuviésemos nanopartículas de azúcar en vez de azúcar en grano nos preguntaríamos
cuál sería más dulce y cuál sería más eficiente. Obviamente la de
nanopartículas, entonces nos preguntaríamos cuál engordaría menos para quienes
sufren del tema del peso o la diabetes. Para pensar.